lunes, 24 de noviembre de 2025

Superar

Superamos la realidad
refugiándonos de ella
tras lo irreal,
los sueños
las ilusiones
la esperanza.
La realidad por sí misma
no basta
o sobra.
Se supera lo real
desde la realidad imaginada.

lunes, 17 de noviembre de 2025

Y aun así

Se vive, ¿para qué?
¿Qué tiene la vida 
para que se desee vivirla?
Se vive, ¿cómo?
siempre arrepentidos de
lo hecho, de lo no hecho,
siempre anhelando
siempre en descuerdo,
pero se vive, ¿para qué?
¿Qué tiene la vida
que nos vive
sin que podamos vivirla
como la viviríamos,
y aun así, la vivimos?

lunes, 10 de noviembre de 2025

Aislados

 La soledad no es estar solo, uno la encuentra en compañía también, a veces más que sin ella.
Las personas somos islas flotantes que nos acercamos unas a otras para crear continentes ficticios: cambiamos.
Hay islas que creen en la unidad eterna, en la geografía estática, hasta que se giran y comprueban que donde había una palmera ahora está el mar, donde estaba esa montaña hay arena.
Y no es malo. Ni es bueno. Es.
Lo terrible es creer en lo inmutable y no cambiar ni dejar cambiar.

lunes, 3 de noviembre de 2025

Nada

Rodearse de nada,
del silencio del viento
entre las hojas,
del murmullo de insectos,
del correr del agua.
De nada.
Rodearse de otros pensamientos,
de ideas silenciadas
entre el tiempo,
del susurro de los sueños,
del andar del universo.
De nada.

lunes, 27 de octubre de 2025

Vacío

Esa insatisfacción vital.
Ese bordear el vacío
para no caer,
para cegarse,
para creer que no es,
que no está,
que somos sin él
a pesar de él.

lunes, 20 de octubre de 2025

Escondites inseguros

Los niños cuando juegan al escondite han de tocar mare para estar a salvo; ahí nadie puede hacerte nada.
De adultos también necesitamos ese refugio incondicional, algo irreal y arbitrario, porque a ver, ¿por qué detrás de ese árbol estás seguro y más allá, no? Porque es el lugar elegido para ser zona segura. Como una frontera cuando hay guerras; el gran juego.
Los niños no se cuestionan por qué, solo van y se salvan.  
Los adultos, en realidad, tampoco estamos más seguros que los críos en su mare, da igual el país, la frontera, la casa..., tan sólo somos unos seres minúsculos habitando un planeta pequeño en equilibrio precario dentro un universo inmenso, desconocido, infinito.... o no.
Somos nada sobre nada en la Nada.

lunes, 13 de octubre de 2025

Desde las cenizas

¿Qué siente el fénix cuando arde?
Me pregunto si sabe que renacerá, o si, por el contrario, se abandona, casi agradecido, a las llamas porque ya hacía tiempo que estaba débil, apagado, apático, triste, al comprobar sus plumas mustias, opacas, cerca del final.
No sé si cada vez que ese fuego interno lo reduce a cenizas le duele, o lo espera con el ansia de la renovación.
Qué animal más extraordinario, renacer de sus cenizas, resurgir de su propia decadencia, levantar el vuelo aún más fuerte que antes de morir abrasado por una llama que no quema, renueva.
Pero... ¿y si no lo sabe? Qué espantoso tiene que ser sentirse arder, no entender ni de dónde salió el fuego, ni por qué lo envuelve. Impotente protagonista de un proceso ancestral que lo reducirá a un polvillo gris. A nada. Pero no para él.
Cómo será cuando cada una de esas cenizas se busquen para unirse, recuperando la energía, la forma, la belleza imperfecta de la vida.
Desde lo inerte surgirá con más fuerza, más libre, porque ha vencido a la muerte. Otra vez.
Bella metáfora, bonito consuelo. O terrible maldición: depende de saber si el fuego te consume o te libera.